Los voluntarios cumplen una importante labor anónima. Por ello, Coanil dispuso de este espacio para su reconocimiento, porque sabe que prestar servicios no remunerados para mejorar la vida de otros, es una tarea difícil, pero muy satisfactoria, que vale la pena compartir.
Este mes conoceremos el testimonio de Luisa Guillen, voluntaria de 50 años de edad, quien apoya al Hogar Los Ceibos de Colina. Su servicio consiste en entregar salud y amor, a través de diferentes terapias holísticas que realiza con un grupo de amigos sanadores.
Llegué por un afiche que vi en el Metro de Santiago en el 2006. Me contacté de inmediato con la red de voluntarios, y desde ese momento comencé a visitar el Hogar Los Ceibos en Colina, junto con mi marido Jan Van Wambeke, quien también es hoy un voluntario.
- ¿Qué te motivó a ser voluntario de Coanil?
Porque quería y quiero ayudar. Sentí la imperiosa necesidad de llevar amor a esos niños hermosos, pero al final me encontré con que ellos son quienes dan amor. Por eso es tan fascinante ir a un hogar de Coanil, te llenas de su amor.
- ¿En qué consiste tu trabajo en la fundación Coanil?
Las visitas iniciales al Hogar Los Ceibos, me permitieron detectar que no sólo los niños tienen necesidad de apoyo, sino que también el personal que trabaja allí, y quienes realizan una labor maravillosa. Desde ese momento, mi servicio lo he orientado al desarrollo de actividades de sanación holística, que se crean de acuerdo a la necesidad que detecto entre ellos. Para realizarlas, busco entre mis amigos terapeutas, al especialista y la terapia indicada. Ellos son Dinorah, Jean Colude, Jan, Ximena, Yan, Cristián y Vicky, con quienes construimos espacios que les permitan vivir momentos de alegría, relajación y serenidad, a través de meditaciones guiadas, canalizaciones y armonización de la energía con sonidos de cuencos de cristal, delfines y ballenas, orgones, danzas, masajes, charlas espirituales, entre muchas otras actividades.
- ¿Qué has aprendido en este tiempo?, ¿qué enseñanzas te ha dejado participar en Coanil?
- ¿Qué les dirías a las personas para que sean parte de Coanil?
Diría que los niños son capaces de transformar a toda la sociedad. Sostener la mano de un niño discapacitado es de una belleza y sutileza que no tiene comparación. Estos niños son energía inocente, cristales puros que sólo reflejan amor.
Luisa señala que pronto espera llevar esta misma iniciativa al Hogar Juan XXIII de Buin, con lo que se sentiría muy feliz, porque su objetivo es entregar calidad de vida a todos sus miembros.
Si tú también tienes la intención de ser parte de esta obra, ingresa a la página Web www.coanil.cl y llena la ficha de inscripción que se encuentra en el link Voluntarios.
Todos pueden contribuir, profesionales, universitarios, dueñas de casa, etc.
Si tienes alguna duda o consulta, puedes hacerla a:
voluntariado@coanil.cl o al fono: 4768518.
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