lunes, 11 de agosto de 2008

Linda Richter: Un Ejemplo de Fidelidad y Entrega

Un emotivo encuentro, el pasado 14 de julio, marcó la despedida de Linda Richter, la voluntaria alemana de 19 años, quien nos entregó 12 meses de intenso trabajo en la Escuela Los Lirios de Coanil. Desde Hamburgo, ella quiso compartir su experiencia en Chile y enviarnos un mensaje con el que espera motivar e invitar a todas las personas para ponerse en marcha como voluntarios.

La historia de Linda Richter en Coanil se inicia en agosto de 2007 cuando buscaba desde Alemania, un lugar en Chile para desarrollar un trabajo voluntario. Al principio, la tarea no fue fácil. Entonces acudió a su madre de nacionalidad chilena, quien la contactó con una terapeuta ocupacional que trabaja actualmente en Coanil. De este modo conoció el programa de voluntariado. "Busqué la página en Internet y de inmediato quise estar ahí, porque me pareció muy linda la labor", comentó la joven.

Al arribar a tierra chilena fue entrevistada por los encargados de la Coordinación del Voluntariado de Coanil, quienes le asignaron un curso con los niños más pequeños de la Escuela, un centro que atiende a 126 personas con discapacidad intelectual, entre los 6 y 26 años de edad . En las mañanas Linda apoyaba el trabajo de estimulación temprana, y en las tardes, seguía a cargo de los talleres de música y teatro, donde demostró tener grandes habilidades y una dedicación admirable.

Pasado algunos meses de su ingreso, su entusiasmo y gusto por el arte, llevaron a Linda a solicitar implementar, al emblemático proyecto artístico de Coanil "Flor de Arte", un taller de pintura asumiendo ella misma su dirección en el centro. "La confianza que la Fundación me demostró al concederme este curso, me impactó mucho", reconoció la joven.

Y no sólo eso recogió esta alemana con su exitosa experiencia como voluntaria. Hizo grandes amistades y aprendió que el amor trasciende las diferentes realidades sociales de nuestro país. "Conocí variados mundos y me marcó recibir tanto cariño y simpatía de los niños, profesores y apoderados de la escuela, y de Coanil en general. Siento que me llené de una experiencia de vida especial y eso es mucho más de lo que yo podría haber dado como voluntaria", manifestó.

Asimismo, recuerda que lo más significativo de su experiencia fue cuando uno de los niños del curso de la mañana, logró comer solo por primera vez, "porque fue un resultado de muchos años de trabajo y yo pude ser parte de esa felicidad. Otro momento especial lo viví cuando todo el equipo y los alumnos de la escuela Los Lirios me despidieron el último día con un regalito y un aplauso que me hizo llorar", recodó emocionada.

Quienes la conocieron, aseguran que es una chica muy especial y muy trabajadora. "En todo su quehacer demostró un compromiso real y efectivo por la causa, logrando crear un vínculo muy fuerte con los niños y niñas" contó, Andrés Lerdo de Tejada, Coordinador Nacional de Voluntariado de Coanil.

Hoy, desde su ciudad natal, Linda nos envía un mensaje que espera nos ayude a seguir adelante y motive a más personas para que se unan a la labor de Coanil: "Me gustaría decirles a todos los que tienen la inquietud por realizar trabajo voluntario, que cualquiera que tenga motivación y ganas, ¡puede hacerlo! Uno no necesita tener una educación especial para eso, porque se trata de compartir tiempo y momentos. Con sólo estar presentes y hablar un poco es suficiente para demostrar interés, y ayuda mucho más de lo que uno piensa", concluyó.

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